Para mí el voluntariado es un compromiso, una manera de participar en la sociedad. Quizás el voluntariado de acción directa sea el más conocido, pero también es necesario ese otro voluntariado de oficina, de administración, que es el que yo practico.

Estuve trabajando muchos años en Intered y cuando me jubilé decidí que quería seguir colaborando como voluntaria. Y es que cuando haces voluntariado lo único importante no es la labor concreta que desarrollas, también es una forma de aportar tu grano de arena para que esta sociedad cambie. En mi opinión, el voluntariado ha cambiado mucho, antes era más incisivo, se exigía más, y es verdad que se han conseguido muchas cosas, pero ahora corremos el peligro de acomodarnos.

Mucha gente llega al mundo del voluntariado a través de alguna persona conocida o por el boca a boca, pero también hay personas que sienten ese impulso y no saben a dónde acudir, ahí es donde Gizalde hace una labor social muy grande, han hecho muchas entrevistas y conocen muy bien a las asociaciones, así que saben cómo encajar a cada persona en el lugar adecuado.